Algún día quisiera levantarme y ver que no tenemos facciones que nos distingan de los demás. Quisiera soñar en un lugar donde todos parecemos iguales, donde todos hablamos el mismo idioma, tenemos la misma cultura y el mismo acento. Quisiera pensar que un día me levantaré en la mañana y encontraré que el planeta entero es mi país y que nadie tenga que estar justificando el país de procedencia ni tratando de promover los asuntos de su país porque todos vivimos en el mismo. Esto resultaría en algo ditinto al racismo, xenofobia, etnocentrismo y la ignorancia sobre otros eventos que suceden en el mundo.
Tal vez con este idealismo pecaría de no favorecer la diversidad. Me acusarían de ser como muchos estadounidenses, por ejemplo, que al encontrarse en un restaurante lleno de gente blanca levantan sus ejas al ver a alguien de color más obscuro entrando al territorio. Paradójicamente estos restauranes son de Italia, de Africa, el Caribe, Colombia, entre otros lugares en el mundo. Tal vez para eso solo sirven, de exhibicionismo turístico y de galantería ante otros de que están en un lugar exótico.
Tal vez me acusarían de querer tener una sola cultura, como quisieran muchos estadounidenses, en el que solo el inglés es el idioma oficial y todo aquel que quiera unirse a este país debe asimilarse. La regla parece ser que si dejastes a tu país para venir a Estados Unidos "a progresar" debes dejar atrás ese trasfondo cultural que has llevado contigo por 20 años y ese acento que a véces empaña la nitidez del idioma y la cultura que ha prevalecido en Estados Unidos durante lo súltimos 100 años.
Tal vez me acusarían de todo lo que he señalado pero la realidad es que coqueteo con el idiealismo de que ya no hayan más diferencias si esto implica rechazo entre unos grupos y otros. Estoy cansada de la importancia que se le otorga en este país a los diferentes grupos étnicos a los que se pertence, la tensión racista entre algunos grupos y otros, las miradas, las preguntas irrespetuosas, entre tantas otras cosas. Parece que el asunto de ser diferentes, de venir de países distintos, de culturas distintas, de tener facciones distintas no ha funcionado del todo. Parece que el modelo de la diferencia ha fracasado.
En cambio, en mi nuevo mundo donde solo existe un solo país nadie hablaría de forma estigmatizante sobre los países tecermundistas porque forman parte de ellos. Consideraríamos de forma más clara que cualquier cosa que hagamos en el norte afectaría a los pueblos del sur del mundo. Ya no habría que robar petroleo en otros países pues le pertenece a todos. Ya no habrá tanto deseo de querer dominar otros gobiernos pues basicamente es el mismo. Las fronteras entre pueblos en las que nos obligan a diferenciarnos de otros y a deshumanizarnos al querernos separar de otros seres humanos no existirían. Y mas aún, en lo que a mi como puertorriqueña respecta, el asunto de ser colonia o no quedaría en el pasado.
Algún día se que algo de esto será posible cuando comencemos a fucionarnos y a interrelacionarnos unos con otros. Me parece que si nos conociéramos más dejaríamos a un lado la intriga y sospecha hacia gentes de otras partes de un mundo que a todos nos pertenece.
