Mi mamá es maestra. Mi papá se ha desarrollado en el campo de la educación siendo director de escuela y de un colegio universitario y ahora se encuentra desarrollando un programa de computadoras con una organización internacional (sin mucha paga, valga la aclaración). Mi padrastro es cartero y estubo en el ejercito. Mi abuela fue maestra y trabajadora social. Mi abuelo trabajó en la alcaldía de mi pueblo, estubo en una base militar en latinoamerica esperando a ser enviado a la guerra de Vietnam, se fue a Chicago en busca de trabajo y regresó a Puerto Rico donde estubo vendiendo hot dogs por muchos años, tiene 75 años, no soporta su retiro y quiere regresar a trabajar como conserje de escuela. No se está quieto. Mi bisabuela, que tiene 85 años y es de tez negra, se dedicó a ser sirvienta y a trabajar en la industria azucarera. Mi otra abuela ha trabajado toda su vida en fábricas y ahora tiene un negocio propio con sus días buenos y no tan buenos. Uno de mis hermanos trabaja en un supermercado y el otro, también. El último estudia en un programa de computadoras mientras trabaja. Se estubo quejando un tiempo porque no se ubicaba en algo y se molestaba porque se la pasaba ensorrado. Ahora con el estudio y el trabajo llega a la casa a las 10 pm y se siente productivo. Mi tío ha trabajado en miles de cosas para tratar de sostener a la familia, entre ellas ha tenido su negocio propio de comida criolla. En fin, este es el cuadro familiar. Y para que no quede duda de cuánto responde mi familia a la ética del trabajo, una de sus primeras preguntas cada vez que me llaman es si ya he conseguido trabajo.
Esta es mi respuesta a los redactores del artículo "Puerto Rico: Trouble on Welfare Island". En el artículo, el/la autor/a hace vítores de todos los beneficios que recibe Puerto Rico y plantea que de esta forma debiéramos estarlo haciendo mejor que otros países no desarrollados. Lo que pasa es, dice el, que la mayoría de la gente vive del seguro social y del bienestar público. El dice que Puerto Rico tiene un porcentaje alto de pobreza porque son vagos y Estados Unidos los mantiene. En su profundo análisis de la situación económica del país, este dice:
"What do Puerto Rico's men do all day? Some get into trouble. But many others hang out in pleasant places that require little money, such as beaches, shopping malls and the armchairs in Borders bookstores. They also watch plenty of television."
Esto me recuerda cuando mi amiga de Alemania me decía que se imaginaba que los puertorriqueños/as se la pasarían todos los días en la playa. Le respondí que aunque parezca sorprendente para ella, ese no era el caso de los puertorriqueños/as. Le dije que la gente tiene sus responsabilidades y la vida muy ocupada como para estar todos los días metidos en la playa a menos que sean pescadores o su trabajo sea en el mar.
En fin, me parece una ironía que siendo Estados Unidos quien tiene a miles de puertorriqueños trabajando por un salario mínimo en sus multimillonarias compañías de Wal Mart Supercenter, Burger King, Mc Donald, K Mart, Super Cut, Borders, Dunkin Donuts y Payless en cada esquina de la Isla, y contra quien la industria puertorriqueña ha tenido que luchar en los tribunales, ahoravenga un/a gringo /a a decir que en Puerto Rico los "hombres" lo que hacen es ver televisión todo el día.
Me parece un insulto que después de años de atocigarnos por ojo, boca y nariz que sin Estados Unidos no podemos vivir, que qué será de nosotros pobres diablos indefensos en medios del caribe, venga este/a persona a criticar lo que ellos mismos han fomentado y a culpar a los mismos puertorriqueños de estos hechos. Después de 100 años de haber perseguido al movimiento independentista por querer la separación permanente de Estados Unidos, de haber asesinado líderes independentisas, de haber carpeteado a aquellos que irónicamente no querían el fomento de la dependencia que este critica, ahora venga a criticar lo dependientes que somos de Estados Unidos y responsabilizarnos de esto como si Ellos no tuviesen nada que ver.
Al autor/a se le olvidó mencionar el uso militar que se la ha dado a la Isla en los últimos años, el uso de las mujeres puertorriqueñas para probar las primeras pastillas anticonceptivas, el uso del agente naranja en el Yunque, la alta incidencia de cancer en Vieques como resultado del uso de bombas vivas en la Isla Municipio. Se le olvidó a esta persona nombrar las grandes cadenas hoteleras estadounidense que hacen su agosto a costa de nuestros recursos naturales, que han invadido y cerrado el paso ilegalmente a las playas, amenazado la sobreviviencia de los mangles y encarecido el turismo en la Isla. Y por supuesto, se le olvidó mencionar que los puertorriqueños hemos servido de carne de cañón en sus patrióticas guerras a través de la historia.
Como siempre, cada cual menciona lo que le conviene. Cada cual tiene memoria selectiva o es que mas bien no sabian nada sobre Puerto Rico; como pasa con muchos estadounideneses, y les informaron mal. Me parece inmoral la dependencia no solo por quienes la viven sino por quienes la perpetúan, el gobierno de Estados Unidos y Puerto Rico. Me parece una total ofensa que venga alguien de Estados Unidos, país que por tantos años ha fomentado la mentalidad colonizada en nuestra gente, a insultarnos de vagos y de gente que no tiene nada que hacer viviendo del gobierno.
Lo primero que tiene que proponer nuestro erudito autor en su muy elaborado artículo es retirar a todas las compañías gringas de mi país y cerrar todas las bases militares. Que se entere que no disfrutamos del beneficio de la ciudadanía porque somos un grupo predilecto, sino porque fue algo que se luchó en el pasado, porque lo menos que puede hacer un imperio que tiene subyugado a una colonia en pleno siglo XXI es proveerle la ciudadanía a sus subyugados y no tratarles como extranjeros. Una vez más queda plasmado cómo los/as gringos/as a través de la historia han pasado juicio sobre los/as puertorriqueños/as tratandoles de menos y devaluándoles de vagos y haraganes.
Esta persona, con su distorcionada percepción, ni si quiera podría decir que ha vivido en la Isla. Lo que me llama la atención es que el gobierno de Puerto Rico no haya respondido a semejante insulto mientras hace revuelos por un artículo publicados en National Geographic por el hecho de destacarse en fotos algunas de las realidades de marginación social que vivie el país.